“Salgo rejuvenecido y fortalecido de esta visita”. Con estas palabras el Papa Benedicto XVI ha finalizado hoy su visita a la casa “Viva los Ancianos”, donde la Comunidad de Sant’Egidio acoge a los ancianos que tienen dificultades.
Una fiesta de pueblo: alrededor de la casa, en las calles que suben al Gianicolo, mucha gente se ha reunido desde la mañana para saludar el Papa y agradecerle su presencia, la tercera vez en su pontificado, en uno de los lugares de la vida de la Comunidad de Sant'Egidio.
Fiesta para los huéspedes de la casa: ancianos que vivían en condiciones de dificultad, por la enfermedad, la pobreza, la soledad y hoy gozan del calor de una casa y de una compañía afectuosa con la Comunidad de Sant'Egido.
Fiesta de los jóvenes, algunos jovencísimos, que visitando a los ancianos aprenden a valorarles, realizanzo una alianza entre generaciones tan necesaria. Aquí, "los jóvenes tienen visiones de vida y ya no temen la debilidad de los ancianos, y es una ocasión para el intercambio y el amor. Y los ancianos son maestros de afecto y humanidad, viendo en quienes les ayudan casi un ángel. Los ancianos sueñan y los jóvenes tienen visiones”.
El Papa ha sido recibido por Andrea Riccardi, fundador de la Comunidad, y Marco impagliazzo, presidente. Ha visitado la casa familia, se ha encontrado con los ancianos, escuchando sus historias e interesándose por su vida. En uno de los miniapartamentos donde viven los ancianos se ha detenido para tomar el té. Al finalizar ha descubierto una placa en recuerdo de este evento y antes de dejar la casa, ha dirigido a todos palabras de gran afecto.
Para hacer a todos partícipes de esta fiesta, publicamos los textos del encuentro, las fotos y algunos vídeos: