El domingo 12 de julio terminó en Abiyán el congreso "África extenderá sus manos a Dios". En la asamblea, los representantes de las Comunidad de Sant’Egidio de 14 países de África occidental debatieron junto a Andrea Riccardi sobre los temas emergentes de sociedades que experimentan grandes cambios. El futuro de los jóvenes, la violencia en aumento en las periferias, la amenaza del terrorismo y de la guerra, sobre todo en la franja del Sahel, y los problemas que deben soportar las mujeres en muchos ambientes, empezando por el familiar, fueron algunos de los temas abordados.
En muchos países, en los últimos años han aumentado las desigualdades y la pobreza. Emergen nuevas formas de exclusión, antes desconocidas en África, como la de los ancianos, solos en sus casas, o injustamente acusados de brujería. Sant'Egidio quiere crear una alianza con los más débiles y hablar a todos sobre la necesidad de construir sociedades más humanas, capaces de ofrecer esperanza y futuro a muchos jóvenes que viven en este tiempo una gran desorientación. El Jubileo de la Misericordia, convocado por el papa Francisco, será una ocasión importante para demostrar que la amistad con los pobres puede renovar el rostro de las Iglesias y de los países de la región.
A la sede de Sant'Egidio de Abiyán el domingo por la mañana llegaron también muchos niños y jóvenes que viven en la calle. La Comunidad los acoge en su casa, donde pueden comer, jugar, lavarse y vivir un momento distinto y feliz. Explicaron las dificultades que encuentran en su vida y también la alegría de estar con los amigos de la Comunidad, y manifestaron sus sueños: volver a ir a la escuela, tener una familia y un trabajo. Como los otros jóvenes de su edad.
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