Una semana de la Misericordia para poner a los ancianos en el centro. La Comunidad de Sant’Egidio de Ouellé ha propuesto esta semana a su ciudad y a toda la región de Iffou, en el centro de Costa de Marfil. Asambleas, debates públicos y cruzar la Puerta Santa, para celebrar el Jubileo impulsado por el papa Francisco.
En esta zona de Costa de Marfil hasta hace poco la edad media de la población era muy baja.
En 2004 la esperanza de vida al nacer era de 43 años. Los últimos datos disponibles (2014) hablan de un aumento considerable: 58,2 años.
El aumento de la esperanza de vida (que aún es muy baja si la comparamos con los niveles europeos) en casi un 25% en diez años es una conquista enorme.
Por desgracia, no se corresponde con una mejora de las condiciones de vida.
Al contrario, se produce una progresiva marginación de las personas más ancianas, tanto en las ciudades como en los pueblos, a pesar de que la economía tienda a mejorar. Expulsados muchas veces de sus casas, a veces incluso considerados "brujos", o "ladrones de vida" de los niños o en general de quien muere joven, los ancianos siempre tienen menos relación con el resto de los habitantes, a menudo también con sus parientes, y tienen dificultad por vivir.
Sant'Egidio hace frente a estas creencias y trabaja para difundir una percepción distinta de la ancianidad.
En este contexto se sitúa la celebración de la "Semana de la Misericordia", en ocasión del Jubileo, en la que han participado más de cien ancianos junto a sus amigos de la Comunidad de Ouellé y de las ciudades cercanas, en presencia de todas las autoridades religiosas de la región y de los responsables de las escuelas, que se han comprometido a ayudar a los Jóvenes por la Paz en la sensibilización sobre este tema en sus centros escolares.
Como conclusión de las celebraciones se ha proclamado un llamamiento a favor de una nueva alianza entre generaciones, cuyo corazón sea precisamente proteger a la población más anciana.
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